La familia de Liam Payne atraviesa un difícil momento tras su fallecimiento el pasado 16 de octubre en Buenos Aires, donde cayó desde un balcón de un hotel.
Inicialmente, la fiscalía argentina informó que se trataba de un accidente, posiblemente provocado por un episodio psicótico derivado del consumo de alcohol y drogas. Sin embargo, nuevos informes han planteado dudas sobre esta versión, sugiriendo que pudo haber negligencia en la gestión del caso por parte del personal del hotel.
Imágenes filtradas muestran a Payne siendo llevado casi a rastras a su habitación tras sufrir una convulsión en el lobby, lo que ha generado cuestionamientos sobre por qué no se solicitó asistencia médica en ese momento. Testigos aseguran que, minutos antes del incidente, Liam habría intentado escapar del lugar descendiendo por el balcón con objetos como una mochila y una bolsa que lanzó previamente, pero algo salió mal, provocando su fatal caída.
Ante estos hechos, la familia del cantante ha decidido tomar medidas legales. Representados por el abogado Nicolás Durrieu, presentaron una solicitud para profundizar las investigaciones y determinar si hubo negligencia por parte de los empleados del hotel y otras personas cercanas al artista. De encontrarse responsabilidad, podrían enfrentar cargos penales con penas de hasta 15 años de prisión.
En el marco de esta investigación, tres personas han sido identificadas como implicadas: un empleado del hotel Casasur, un representante de Liam, y un individuo que habría suministrado las sustancias consumidas. Este último afirma haber tenido una relación personal con Payne días antes del incidente.
El caso, que sigue en desarrollo, plantea interrogantes sobre las circunstancias de la muerte del cantante y sobre cómo las omisiones pudieron contribuir al desenlace trágico. La familia, mientras enfrenta su duelo, busca respuestas y justicia para Liam, cuya pérdida dejó un vacío irreparable.